quinta-feira, 29 de abril de 2021

Las mujeres embarazadas no deben recibir la vacuna contra el COVID-19



Joseph Mecola

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Historia en Breve

  • Las mujeres en edad fértil casi no tienen riesgo de morir por COVID-19, su riesgo de muerte es de apenas 0.01 %, por lo que es poco probable que obtengan un beneficio de la vacuna contra el COVID-19, la cual no evita que usted contraiga y propague el SARS-CoV-2
  • Al 1 de abril del 2021, el VAERS ha recibido 56 869 reportes de eventos adversos después de la vacuna contra el COVID-19, incluyendo 110 informes de aborto espontáneo o parto prematuro entre mujeres embarazadas. En total, 379 mujeres embarazadas reportaron algún tipo de evento adverso
  • Se reportan efectos secundarios reproductivos, como un flujo menstrual más abundante de lo normal, sangrado uterino o reinicio de su período por primera vez en años
  • Los médicos del Hospital de la Universidad de Cleveland observan ganglios linfáticos inflamados, una señal de cáncer de mama, en las mamografías de mujeres que ya recibieron la vacuna contra el COVID-19 y, por lo general, en el lado donde se administró la vacuna

Al inyectar a las mujeres embarazadas con las nuevas tecnologías de genes de ARNm contra el COVID-19, el establecimiento médico descartó uno de los edictos de seguridad más fundamentales de la medicina, que es que no se debe experimentar con mujeres embarazadas.

Ninguna de las vacunas contra el COVID-19 han sido aprobadas. Solo recibieron autorización de uso de emergencia, ya que los estudios básicos de eficacia y seguridad aún están en curso. Sin embargo, se invita a las mujeres embarazadas para que se vacunen, tal vez al mismo tiempo que deben de tener cuidado de evitar el tabaquismo pasivo, el alcohol y los medicamentos con toxicidad conocida o sospechada.

En mi opinión, administrar estas vacunas a mujeres embarazadas es más que reprobable. Este experimento es doblemente imperdonable, ya que las mujeres en edad fértil casi no tienen riesgo de morir por COVID-19, su riesgo de muerte es de apenas un 0.01 %.

Compare esta dramática desventaja con los posibles beneficios de la vacuna. Aunque ya se haya puesto la vacuna aún puede contraer el virus y transmitirlo a otras personas. Todo está diseñado para disminuir sus síntomas si está infectado o si se llega a infectar. Las mujeres embarazadas no necesitan esta vacuna, por lo que es probable que cualquier riesgo sea excesivo.

Parece que la elección es obvia, a menos que usted sea una compañía farmacéutica poco ética y condenada por delitos penales a pagar miles de millones de dólares en juicios, y que busca generar decenas de miles de millones de dólares en ingresos.

Periodos anormales y abortos espontáneos reportados

De acuerdo con lo informado por el portal The Defender, al 1 de abril del 2021, el VAERS ha recibido 56 869 reportes de eventos adversos después de la vacuna contra el COVID-19, incluyendo 7971 lesiones graves y 2342 muertes. De esas muertes, el 28 % ocurrió dentro de las 48 horas posteriores a la vacuna. La persona más joven que murió tenía solo 18 años.

También hubo 110 reportes de aborto espontáneo o parto prematuro en mujeres embarazadas. En total, 379 mujeres embarazadas reportaron algún tipo de evento adverso. En el Reino Unido, el sitio de informes de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), la cual recopila los reportes sobre los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19, tenía información al 28 de marzo del 2021, de 40 abortos espontáneos por la vacuna de Pfizer y 15 por la vacuna de AstraZeneca.

La Dra. Stephanie Seneff, me envió un estudio del año 2006 que podría explicar esto, ya que demostró que los espermatozoides pueden tomar un ARNm extraño, convertirlo en ADN y liberarlo como pequeños gránulos (plásmidos) en la solución alrededor del óvulo fertilizado. El embrión toma estos plásmidos y los transporta (los sostiene y los clona en muchas de las células hijas) a lo largo de su vida, incluso los hereda a las generaciones futuras.

Es posible que los pseudo-exosomas, que son los contenidos de ARNm, sean perfectos para suministrar a los espermatozoides con ARNm para la proteína Spike. Entonces, una mujer vacunada que queda embarazada con un embrión que puede (a través de los plásmidos de los espermatozoides) sintetizar la proteína Spike de acuerdo con las instrucciones de la vacuna, tendría una capacidad inmune para atacar ese embrión debido a la proteína "extraña" en sus células. Esto entonces provocaría un aborto espontáneo.

Si en realidad hubiera una autoridad de salud pública en Estados Unidos, los criminales que lo recomiendan serían encarcelados por negligencia criminal por los daños innecesarios que causan en las mujeres embarazadas y la muerte de sus hijos por nacer.

Incluso entre las mujeres no embarazadas, se están reportando efectos secundarios reproductivos, como un flujo menstrual más abundante de lo normal, sangrado uterino o reinicio de su período por primera vez en años.

Aunque nadie sabe qué podría causar un flujo más abundante, vale la pena investigar los paralelismos entre los trastornos de la coagulación sanguínea, reportados tanto en algunos casos de COVID-19 como después de la vacuna, y la enfermedad de Von Willebrand, una afección crónica que evita la coagulación normal de la sangre, lo que causa períodos muy abundantes.

Se reporta un trastorno sanguíneo raro y letal

Varias personas desarrollaron trombocitopenia inmunitaria (PTI), una enfermedad autoinmune extraña, después de recibir la vacuna contra el COVID-19. Esta afección, que a menudo es letal, hace que su sistema inmunológico destruya las plaquetas (células que ayudan a la coagulación de la sangre), lo que provoca una hemorragia. A pesar de la pérdida de plaquetas, al mismo tiempo también se producen coágulos de sangre graves.

Un ejemplo es el médico de Florida de 58 años que recibió la vacuna de Pfizer y murió por la aparición repentina de PTI dos semanas después. El Dr. Jerry L. Spivak, un experto en trastornos sanguíneos de la Universidad Johns Hopkins, dijo para The New York Times que “es una certeza médica” que la vacuna contra COVID-19 de Pfizer causó la muerte del hombre. Por su puesto, Pfizer niega cualquier relación.

Se han publicado al menos dos artículos sobre esta condición, mientras los científicos buscan pistas sobre cómo las vacunas podrían causar esta reacción inusual. De acuerdo con lo que informó el portal The Defender:

“Dos equipos de investigadores publicaron observaciones detalladas de pacientes que desarrollaron trombocitopenia trombótica después de recibir la vacuna de AstraZeneca y especularon sobre un posible mecanismo.

Ambos grupos sugieren que el desarrollo de coágulos sanguíneos graves junto con los bajos niveles de plaquetas es una respuesta inmune similar a una reacción extraña de la heparina, llamada trombocitopenia inducida por heparina. Los investigadores lo llamaron el síndrome de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna”.

Aunque no está claro de dónde provienen los anticuerpos antagonistas de las plaquetas. Podrían formarse contra el antígeno Spike, o tal vez sea una respuesta de algún otro factor de respuesta inmunológica. De cualquier manera, los médicos del Hospital Universitario de Oslo anunciaron hace poco cuáles son los trastornos de la coagulación sanguínea que experimentaron algunos receptores de la Vacuna de AstraZeneca:

“Se confirmó nuestra teoría de que se trata de una potente respuesta inmunológica tal vez a causa de la vacuna. En colaboración con expertos en el tema del Hospital Universitario de North Norway HF, encontramos anticuerpos específicos contra las plaquetas sanguíneas que pueden causar estas reacciones.

Estamos en lo correcto. La vacuna es la única explicación a la respuesta inmunológica que experimentan estas personas. No hay nada en el historial de estas personas que pueda dar una respuesta inmunológica tan poderosa. Estoy seguro de que los anticuerpos que encontramos son la causa y no veo otra explicación más para que la vacuna cause esta reacción”.

Varios países europeos detuvieron el uso de la vacuna AstraZeneca debido a coágulos de sangre en las últimas semanas, mientras que en los Estados Unidos, la FDA y los CDC acordaron detener de forma temporal el uso de la vacuna de Johnson & Johnson mientras revisan seis informes de coágulos de sangre y de recuentos bajos de plaquetas. Hasta ahora, solo murió una persona. Otra se encuentra en estado grave. El anuncio se realizó el 13 de abril de 2021.

Otra hipótesis nueva

También existen otros posibles mecanismos de acción. Por ejemplo, como lo indico Shin Jie Yong, escritor y médico independiente con postgrado en neurobiología, en un artículo de Medium del 19 de marzo de 2021: el Dr. Goh Kiang Hua, cirujano general y miembro del Royal College of Surgeons, sugirió una hipótesis nueva para explicar la pérdida de plaquetas que se observa en algunas personas que ya se aplicaron la vacuna del COVID-19.

Él cree que las nanopartículas recubiertas de lípidos, que transportan el ARNm, podrían transportar ese ARNm a los megacariocitos de la médula ósea. Los megacariocitos son células que producen plaquetas. De acuerdo con esta hipótesis, una vez que el ARNm ingresa a la médula ósea, los megacariocitos comenzarían a manifestar la proteína Spike del SARS-CoV-2, que destruiría las células T citotóxicas.

"Las plaquetas luego se vuelven deficientes y causan trombocitopenia", escribe Yong, y agrega: "por supuesto, enfatizó que estas son solo especulaciones". En mi opinión, es posible que Hua haya hecho un buen descubrimiento. Si es correcto, sería una explicación elegante.

Síntomas del cáncer de mama

Muchas personas también reportaron que desarrollaron ganglios linfáticos inflamados después de la vacuna contra el COVID-19 y, de acuerdo con Fox 8 News Cleveland, los médicos del Hospital de la Universidad de Cleveland observan inflamación de los ganglios linfáticos en las mamografías de mujeres que recibieron la vacuna contra el COVID-19 y, por lo general, en el lado donde se administró la vacuna.

Los ganglios linfáticos inflamados en una mamografía son una señal de cáncer de mama. El departamento de imágenes mamarias del Hospital Universitario también reportó que atienden llamadas de pacientes que están preocupadas por encontrar ganglios inflamados debajo de los brazos.

De acuerdo con el informe de noticias, los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos demuestran que más del 11 % de las personas que se aplicaron la vacuna desarrollaron ganglios linfáticos inflamados después de la primera dosis y el 16 % después de la segunda dosis. La inflamación por lo general comienza de dos a cuatro días después de la vacuna y puede continuar hasta por cuatro semanas.

Su médico debe evaluar los ganglios linfáticos que permanecen inflamados más allá del tiempo límite de cuatro semanas, dijo la Dra. Holly Marshall de University Hospitals para Fox 8 News.

Escasez de ensayos controlados en mujeres embarazadas

Regresando al tema de la vacuna durante el embarazo, es importante comprender que este es un momento en que un experimento puede ser muy peligroso, ya que no solo se enfrenta a posibles repercusiones para la madre sino también para el niño. Muchas cosas pueden salir mal cuando se introducen medicamentos, productos químicos o sustancias extrañas durante el desarrollo fetal.

De acuerdo con la Clínica Mayo, se han vacunado "con éxito" a 30 000 mujeres embarazadas contra el COVID-19 en los Estados Unidos con las vacunas de ARNm de Pfizer o Moderna. Ellos no mencionan nada sobre los efectos secundarios reportados, pero como se mencionó antes, las mujeres embarazadas presentaron 379 informes al VAERS hasta el 1 de abril del 2021.

Un artículo reciente de la BBC trató de restar importancia a los abortos espontáneos posteriores a la vacuna y afirma lo siguiente: "Los datos que demuestran que un aborto espontáneo ocurrió después de una vacuna no significa que los dos eventos estén relacionados". Mientras tanto, las personas que murieron de ataques cardíacos, cáncer y de otras enfermedades de larga duración, que dieron positivo al SARS-CoV-2 se contaron como muertes por COVID-19, sin haberlo consultado con nadie. No hubo dificultad para relacionar esos puntos de datos para aumentar las estadísticas de muertes por COVID-19.

La BBC también señala que el aborto espontáneo es "muy común" en 1 de cada 8 embarazos (12.5 %) que terminan en aborto espontáneo. El MHRA del Reino Unido hace un esfuerzo por detener las preocupaciones sobre los abortos espontáneos y afirma que ocurren en "casi 1 de cada 4 embarazos", o el 25 %, lo que me parece una exageración.

Otras fuentes que analizan los datos estadísticos enfatizan que el riesgo de aborto espontáneo cae de una tasa de riesgo promedio general del 21,3 % durante la duración del embarazo en su conjunto, al 5% entre las semanas 6 y 7, hasta el 1% entre las semanas 14 y 20. Una forma de evaluar si los abortos espontáneos están aumentando después de la vacuna podría ser comparar las tasas de abortos espontáneos durante el segundo y tercer trimestre, cuando las pérdidas espontáneas son más bajas en circunstancias normales.

En general, inyectar a las mujeres embarazadas con una nueva tecnología de terapia génica, que puede desencadenar inflamación sistémica, efectos cardíacos y trastornos hemorrágicos (entre otras cosas), no es una buena idea en mi opinión. Además, viola tanto el juramento hipocrático que advierte a los médicos a " Primero, no hacer daño”, y el principio de precaución que históricamente ha regido la atención de salud a las mujeres embarazadas.

Es muy importante reportar todos los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19

Si usted o un ser querido ha recibido una vacuna contra el COVID-19 y está experimentando efectos secundarios, asegúrese de reportarlo, preferiblemente en los siguientes tres lugares:

  1. Si vive en los Estados Unidos, presente su reporte ante el VAERS
  2. Reporte la lesión en VaxxTracker.com, que es un rastreador de eventos adversos sin intereses gubernamentales (puede presentar la denuncia de forma anónima si lo desea)
  3. Reporte la lesión en el sitio web de Children's Health Defense

AstraZeneca vinculado al movimiento eugenésico del Reino Unido

 

Los desarrolladores de la vacuna Oxford-AstraZeneca tienen vínculos previamente no revelados con la rebautizada Sociedad Británica de Eugenesia, así como con otras instituciones vinculadas a la eugenesia como Wellcome Trust.

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Jeremy Loffredo y Whitney Webb
Diciembre 26, 2020

El 30 de abril , AstraZeneca y la Universidad de Oxford anunciaron un “acuerdo histórico” para el desarrollo de una vacuna COVID-19. El acuerdo implica que AstraZeneca supervise los aspectos del desarrollo, así como la fabricación y la distribución, mientras que el lado de Oxford, a través del Instituto Jenner y el Grupo de Vacunas de Oxford, investigó y desarrolló la vacuna. Menos de un mes después de que se alcanzara este acuerdo, la asociación Oxford-AstraZeneca recibió un contrato del gobierno de EE. UU. Como parte de la Operación Warp Speed, el esfuerzo público-privado de vacunación COVID-19 dominado por el ejército de EE. UU. Y la inteligencia de EE. UU.

Durante gran parte de 2020, la vacuna Oxford-AstraZeneca fue tratada como una de las pioneras, aunque su ventaja más tarde se vería empañada por escándalos relacionados con sus ensayos clínicos, incluida la muerte de los participantes, pausas repentinas de los ensayos, el uso de un “placebo” problemático. con su propia serie de efectos secundarios, y la dosis errónea “no intencional” de algunos participantes que sesgó su tasa de eficacia autoinformada.

Si bien las controversias en torno a los ensayos de la vacuna finalmente socavaron su estado anterior de líder, la vacuna Oxford-AstraZeneca sigue siendo muy promocionada como la vacuna de elección para el mundo en desarrollo, ya que es más barata y tiene requisitos de almacenamiento mucho menos complicados que sus principales competidores, Pfizer. y Moderna.

Los principales medios de comunicación han tenido poco, o nada, que decir sobre el papel de la empresa privada de los desarrolladores de vacunas, Vaccitech, en la asociación Oxford-AstraZeneca, una empresa cuyos principales inversores incluyen a ex altos ejecutivos de Deutsche Bank, el gigante de Silicon Valley Google y el gobierno del Reino Unido. Todos ellos se beneficiarán de la vacuna junto con los dos desarrolladores de la vacuna, Adrian Hill y Sarah Gilbert, quienes retienen una participación estimada del 10 por ciento en la compañía. 

Podría decirse que lo más preocupante de todo es el vínculo directo de los desarrolladores principales de la vacuna con Wellcome Trust y, en el caso de Adrian Hill, el Instituto Galton, dos grupos con vínculos de larga data con el movimiento eugenésico del Reino Unido. Esta última organización, llamada así por el “padre de la eugenesia” Francis Galton, es la Sociedad de Eugenesia del Reino Unido, un grupo conocido desde hace más de un siglo por su promoción de la pseudociencia racista y sus esfuerzos para “mejorar el nivel racial” reduciendo la población de los considerados inferiores.

Los vínculos de Adrian Hill con el Instituto Galton deberían generar preocupaciones obvias dado el impulso para hacer de la vacuna Oxford-AstraZeneca que desarrolló con Gilbert la vacuna preferida para el mundo en desarrollo, particularmente los países de Hispanoamérica, el sur y el sudeste de Asia y África. las mismas áreas donde los miembros anteriores del Instituto Galton han pedido reducir el crecimiento de la población.

GlaxoSmithKline y el Instituto Jenner

El Instituto Edward Jenner para la Investigación de Vacunas se estableció inicialmente en 1995 en Compton en Berkshire como una asociación público-privada entre el gobierno del Reino Unido, a través del Consejo de Investigación Médica y el Departamento de Salud, y el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline. Tras una “revisión por parte de los patrocinadores [del instituto]”, se relanzó en 2005 en Oxford bajo el liderazgo de Adrian Hill, quien, antes de ese nombramiento, ocupó un puesto de alto nivel en el Centro de Genética Humana de Wellcome Trust. Hill, el desarrollador principal de la vacuna COVID-19 de Oxford-AstraZeneca, todavía lidera un grupo de investigación en Wellcome tenía como objetivo “comprender [ing] la base genética de la susceptibilidad a diferentes enfermedades infecciosas, especialmente. . . infecciones respiratorias graves ”, que realiza la mayoría de sus estudios en África. El Consejo de Investigación Médica del Reino Unido también se ha convertido en colaborador de Wellcome Trust, específicamente en iniciativas relacionadas con vacunas. The Wellcome Trust, que se analiza con más detalle más adelante en este artículo, se creó originalmente con fondos de Henry Wellcome, quien fundó la empresa que más tarde se convirtió en GlaxoSmithKline.

La socia de Hill en el Instituto Jenner y la otra co-desarrolladora de la vacuna COVID-19 de Oxford es Sarah Gilbert. Gilbert también es oriunda de Wellcome Trust, donde fue “directora de programa” y es estudiante de Hill’s. Juntos, Gilbert y Hill han trabajado para posicionar al instituto como el centro de todos los esfuerzos de vacunación futuros que se emprendan en respuesta a las pandemias mundiales.

Profesora Sarah Gilbert en Oxford
Profesor Adrian Hill en el Instituto Jenner

El Instituto Jenner también tiene una relación cercana con _GlaxoSmithKline y la biotecnología italiana Okairos, que fue adquirida por GlaxoSmithKline en 2014. Poco después de su adquisición, Okairos y su nuevo propietario GlaxoSmithKline se convirtieron en actores clave en el impulso de la vacuna experimental contra el ébola de 2014 esfuerzo que refleja la actual fiebre del desarrollo de la vacuna COVID-19 de muchas maneras clave. Los ensayos de seguridad apresurados para esa vacuna fueron supervisados por Adrian Hill y el Instituto Jenner y financiados por el gobierno del Reino Unido y Wellcome Trust. GlaxoSmithKline y Okairos son las únicas firmas representadas en el Consejo Asesor Científico del Instituto Jenner .

Sin embargo, la fundación del Instituto Jenner no es la única fuente de ingresos para sus investigadores principales. Hill y Gilbert han estado trabajando para comercializar muchas de las vacunas del instituto a través de su propia empresa privada, Vaccitech. Aunque los informes de los medios a menudo describen la vacuna como un esfuerzo conjunto entre AstraZeneca y la Universidad de Oxford, Vaccitech es un actor clave en esa asociación, dado que la vacuna candidata depende de la tecnología desarrollada por Hill y Gilbert y propiedad de Vaccitech. Una mirada más profunda a Vaccitech ofrece una pista de por qué el nombre de la compañía ha estado ausente en casi todos los informes de los medios sobre la vacuna Oxford-AstraZeneca, ya que demuele la afirmación muy publicitada de que la vacuna es “sin fines de lucro” y se ofrece a bajo costo para razones caritativas.

Vaccitech: ¿Le va bien haciendo “el bien”?

Antes de COVID-19, el enfoque principal de Vaccitech, especialmente el año pasado, era el desarrollo de una vacuna universal para la gripe. Los esfuerzos de Vaccitech en este sentido fueron elogiados por Google, que también invirtió en Vaccitech. Al mismo tiempo, la Fundación Bill y Melinda Gates financiaba una investigación para desarrollar una vacuna universal contra la influenza, supuestamente porque el campo de la vacunación contra la influenza aún no podía “diseñar una vacuna contra la influenza que protegiera ampliamente contra las cepas de influenza que infectan a las personas cada invierno y aquellos en la naturaleza que podrían surgir para desencadenar una pandemia disruptiva y mortal ”, según un informe de STAT News del año pasado. El esfuerzo de la Fundación Gates se asoció originalmente con el cofundador de Google, Larry Page, y su esposa Lucy.

Para financiar completamente Hill and Gilbert’s Vaccitech, y específicamente su búsqueda para desarrollar una vacuna universal contra la gripe, Oxford Science Innovations buscó £ 600 millones de “inversionistas externos”, entre ellos el Wellcome Trust y el brazo de capital de riesgo de Google, Google Ventures . Esto significa que Google está listo para obtener ganancias de la vacuna Oxford-AstraZeneca en un momento en que su plataforma de video YouTube se ha movido para prohibir el contenido relacionado con la vacuna COVID-19 que arroja una luz negativa sobre las vacunas COVID-19, incluida la Oxford- Candidato de AstraZeneca. Otros inversores en Vaccitech incluyen la sucursal china de Sequoia Capital y la compañía farmacéutica china Fosun Pharma. Además, el gobierno del Reino Unido ha invertido aproximadamente £ 5 millones en la empresa y estáTambién se espera que se recupere la vacuna Oxford-AstraZeneca.

The Wellcome Trust

Adrian Hill ocupa actualmente un puesto de alto nivel en el Centro de Genoma Humano de Wellcome Trust . Wellcome Trust es una organización benéfica científica con sede en Londres, establecida en 1936 con fondos del magnate farmacéutico Henry Wellcome. Como se mencionó anteriormente, Wellcome fundó la compañía farmacéutica que finalmente se convirtió en el gigante de la industria GlaxoSmithKline. Hoy en día, Wellcome Trust tiene una dotación de $ 25,9 mil millones y se dedica a iniciativas filantrópicas, incluida la financiación de ensayos clínicos e investigación.

El sitio web del Wellcome Center for Human Genetics se jacta del mapeo genético a gran escala que han realizado en África. El centro también publica artículos que exploran las disposiciones genéticas en relación con la fertilidad masculina y el ” éxito reproductivo “. La encrucijada entre la raza y los genes es importante en el trabajo del centro, ya que todo un grupo de trabajo en el centro, el Grupo Myers , está dedicado a mapear los “impactos genéticos de los eventos migratorios”. El centro también financió un documento que argumentó que mientras la eugenesia no sea coercitiva, es una iniciativa política aceptable. El documento pregunta: “¿El hecho de que una acción o política sea un caso de eugenesia es necesariamente una razón para no hacerlo?” De acuerdo a En la página de Hill en el sitio de Wellcome Trust, la raza y la genética han desempeñado durante mucho tiempo un papel central en su enfoque científico, y su grupo actualmente se centra en el papel que desempeña la genética en las poblaciones africanas con respecto a la susceptibilidad a enfermedades infecciosas específicas.

El Wellcome Genome Campus, que alberga el Wellcome Center for Human Genetics, está ubicado en los terrenos de Hixton Hall, en Cambridgeshire, Inglaterra.

Aún más preocupante, el año pasado Science Mag informó que Wellcome fue acusado tanto por un denunciante como por la Universidad de Ciudad del Cabo Sudáfrica de explotar ilegalmente a cientos de africanos al “comercializar un chip genético sin los acuerdos legales adecuados y sin el consentimiento de los cientos de Personas africanas cuyo ADN donado se utilizó para desarrollar el chip.

El Wellcome Center cofinancia regularmente la investigación y el desarrollo de vacunas y métodos de control de la natalidad con la Fundación Gates, una fundación que participa activa y reconocidamente en el control de la población y la reproducción en África y el sur de Asia, entre otras cosas, priorizando la distribución generalizada de inyectables a largo plazo. anticonceptivos reversibles que actúan (LARC). 

Algunos LARC pueden hacer que las mujeres sean infértiles hasta por cinco años y, como sostiene Levich, “dejan mucho más control en manos de los proveedores, y menos en manos de las mujeres, que los condones, los anticonceptivos orales o los métodos tradicionales”.

Otro LARC plagado de escándalos es Depo-Provera de Pfizer, un anticonceptivo inyectable utilizado en varios países africanos y asiáticos. La Fundación Gates y USAID han colaborado para financiar la distribución de este medicamento e introducirlo en los sistemas de atención médica de países como Uganda, Burkina Faso, Nigeria, Níger, Senegal, Bangladesh e India.

Dado esto, no debería sorprender que la Alianza Global para la Iniciativa de Vacunas (GAVI) , una asociación público-privada fundada y actualmente financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates, planee distribuir la vacuna Oxford-AstraZeneca COVID-19 a países de bajos ingresos, predominantemente africanos y asiáticos.

El Instituto Galton: Eugenesia para el siglo XXI

Tanto Wellcome Trust como Adrian Hill comparten una estrecha relación con la sociedad eugenésica más infame de Europa, la Sociedad Británica de Eugenesia. La Sociedad de Eugenesia pasó a llamarse Instituto Galton en 1989, un nombre que rinde homenaje a Sir Francis Galton, el llamado padre de la eugenesia, un campo que a menudo describió como la “ciencia de la mejora de la raza”.

En el caso del Wellcome Trust, la biblioteca del Trust es la guardiana de los archivos históricos de la Eugenics Society. Cuando Wellcome Trust estableció por primera vez su Centro de Archivo Médico Contemporáneo, el primer archivo organizacional que buscó adquirir fue el de la Eugenics Society-Galton Institute. Sitio web de Wellcome describe el propósito original de la Eugenics Society como “aumentar la comprensión pública de la herencia e influir en la paternidad en Gran Bretaña, con el objetivo de la mejora biológica de la nación y la mitigación de las cargas que se consideran impuestas a la sociedad por los ‘no aptos’ genéticamente”. También establece que los intereses de los miembros de la sociedad “iban desde la biología de la herencia, un tema que se desarrolló rápidamente durante la primera mitad del siglo XX, hasta la provisión de métodos anticonceptivos, inseminación artificial, estadísticas, educación sexual y asignaciones familiares. ” Lesley Hall, archivero principal de Wellcome, se ha referido a Francis Galton, un eugenista racista, como un “erudito eminente de finales del siglo XIX” en su discusión sobre el archivo de la Eugenics Society que tuvo lugar en Wellcome.

Un cartel publicado por la Eugenics Society-Galton Institute en la década de 1930, de la Wellcome Library.

Varios puestos de gobierno de alto nivel en la antigua Sociedad Británica de Eugenesia, ahora el Instituto Galton, incluyen a personas que originalmente trabajaron en Wellcome Trust, incluido el presidente del Instituto Galton, Turi King.

El Instituto Galton publica lo que ahora llaman Galton Review , anteriormente titulado Eugenics Review , donde varios miembros de la autoproclamada “ sociedad científica ” publican artículos centrados en cuestiones de población, genética, biología evolutiva y fertilidad.

Un número de 1961 de Eugenics Review titulado “The Impending Crisis” afirma que la función de la próxima conferencia del instituto es “honrar a Margaret Sanger” y describe la crisis de población como “calidad que amenaza la cantidad”.

Sanger, conocida como la ” pionera del movimiento estadounidense de control de la natalidad “, fue una firme defensora de la promoción del “mejoramiento racial” y la arquitecta clave del Proyecto Negro, que según ella “se estableció para el beneficio de la gente de color”. Pero como la becaria de ética médica de la Facultad de Medicina de Harvard, Harriet Washington, sostiene en su libro Medical Apartheid , “El Proyecto Negro buscó encontrar la mejor manera de reducir la población negra mediante la promoción de los principios eugenésicos”. Sanger era miembro estadounidense de la Sociedad Británica de Eugenesia.

Otro miembro temprano del Instituto Galton fue John Harvey Kellogg, prominente hombre de negocios y eugenista. Kellogg fundó la Race Betterment Foundation y argumentó que los inmigrantes y los no blancos dañarían el acervo genético estadounidense. Otro ejemplo más es Charles Davenport, un científico conocido por sus esfuerzos de investigación colaborativa con eugenistas en la Alemania nazi y sus contribuciones a las brutales políticas raciales de la Alemania nazi , quien fue vicepresidente del Instituto Galton en 1931.

Otro miembro más reciente del Instituto Galton fue David Weatherall, por quien se nombró al Instituto Weatherall de Medicina Molecular en Oxford. Weatherall era miembro del Instituto Galton cuando todavía se llamaba Sociedad de Eugenesia, y siguió siendo miembro hasta su muerte en 2018.

Si bien el Instituto Galton ha intentado distanciarse de su pasado de promover la eugenesia racial con esfuerzos de relaciones públicas a nivel superficial, no ha impedido que los miembros de la familia del infame racista alcancen posiciones de liderazgo en el instituto. Profesor emérito de genética molecular en el Instituto Galton y uno de sus oficiales no es otro que David J. Galton , cuyo trabajo incluye Eugenesia: El futuro de la vida humana en el siglo XXI . David Galton ha escrito que el Proyecto de Mapeo del Genoma Humano, originalmente ideado por el ex presidente de Galton, Walter Bodmer, había “aumentado enormemente. . . el alcance de la eugenesia. . . debido al desarrollo de una tecnología muy poderosa para la manipulación del ADN “.

Esta nueva “definición más amplia de eugenesia”, ha dicho Galton, “abarcaría métodos para regular el número de poblaciones y mejorar la calidad del genoma mediante la inseminación artificial selectiva por donante, la terapia génica o la manipulación génica de las células de la línea germinal”.

¿Quién recibe las vacunas más seguras?

Teniendo en cuenta el grado en que los actores e instituciones detrás de la vacuna Oxford-AstraZeneca (incluido el desarrollador principal) están vinculados y conectados a instituciones que han sido fundamentales en el surgimiento y perpetuación de la eugenesia racial, es preocupante que esta vacuna en particular esté siendo retratada por científicos y medios de comunicación como la vacuna COVID-19 para los pobres y el Sur Global.

La vacuna Oxford-AstraZeneca se vende a una fracción del costo de sus competidores de la vacuna COVID-19, que cuesta entre 3 y 5 dólares por dosis. Moderna y Pfizer cuestan de 25 a 37 dólares y 20 dólares por dosis, respectivamente. Como informó recientemente CNN , la vacuna Oxford-AstraZeneca “será mucho más fácil de transportar y distribuir en los países en desarrollo que sus rivales”, varios de los cuales requieren cadenas de suministro de frío complicadas y costosas. Cuando la Fundación Thomson Reuters preguntó a varios expertos qué vacuna COVID-19 podría “llegar antes a los más pobres”, todos manifestaron su preferencia por la candidata Oxford-AstraZeneca.

Según Forbes , la vacuna AstraZeneca fue ineficaz para detener la propagación del coronavirus en sus ensayos con animales. Los seis monos inyectados con la vacuna COVID-19 de AstraZeneca se infectaron con la enfermedad después de ser inoculados. Todos los monos fueron ejecutados, lo que significa que se desconocerá si esos monos habrían sufrido otros efectos adversos.

Eugenesia bajo otro nombre

A pesar de estas preocupaciones de seguridad y escándalos de ensayos clínicos, cerca de 160 países han comprado la vacuna Oxford-AstraZeneca, y ahora los informes sugieren que India, el país con la segunda población más grande del mundo, probablemente apruebe esta vacuna.  

Como se documenta aquí, si bien la vacuna puede anunciarse como “vital para los países de bajos ingresos”, el proyecto Oxford-AstraZeneca no es una mera actividad filantrópica. No solo hay un motivo de lucro significativo detrás de la vacuna, sino que la conexión de su investigador principal con la Sociedad Británica de Eugenesia agrega otro nivel de escrutinio justificado.

Para aquellos que se encuentran con historias de eugenistas, es común descartar tal actividad como la de “teorías de conspiración”. Sin embargo, es innegable que varias personas e instituciones destacadas que permanecen activas en la actualidad tienen vínculos claros con el pensamiento eugenista, que no era tan tabú hace apenas unas décadas. Desafortunadamente, esto es cierto para las personas e instituciones asociadas con la vacuna COVID de Oxford-AstraZeneca, quienes, como se demuestra en este artículo, se sumergen en estudios de ciencia racial y control de la población, principalmente en África, mientras trabajan en estrecha colaboración con instituciones que tienen y vínculos de larga data con lo peor del movimiento eugenésico.

Como ha demostrado esta serie, existen muchas preocupaciones con respecto a los puntos donde se cruzan la raza y la campaña de vacunación COVID-19 en los EE. UU. Y en el extranjero, tanto pública como privadamente. La parte 1 de esta serie planteó preguntas sobre el papel de formulación de políticas del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, que sugirió que el gobierno de los EE. UU. Ponga las vacunas COVID-19 a disposición de las minorías étnicas y los discapacitados mentales en primer lugar. La Parte 2 explicó cómo para asignar las vacunas COVID-19 en los EE. UU., Las agencias de salud están utilizando un programa creado por Palantir, una compañía con un historial de ayudar a las agencias de EE. UU. A dirigirse a las minorías étnicas a través de políticas de inmigración y vigilancia racista.

Además, existen planes para ejercer lo que razonablemente podría describirse como coerción económica para presionar a las personas para que se vacunen “voluntariamente”. Obviamente, dicha coerción será más efectiva en las comunidades pobres y trabajadoras, lo que significa que las comunidades de color también se verán afectadas de manera desproporcionada.

Teniendo en cuenta estos hechos, y el caso para analizar la seguridad de la opción de vacuna “asequible” de Oxford-AstraZeneca hecha anteriormente, es probable que cualquier daño causado por la política de asignación de vacunas en los EE. UU. Y más allá afecte de manera desproporcionada a las comunidades pobres, especialmente a las comunidades de color.

Como tal, el público debe tomar todas las afirmaciones de la política de implementación de vacunas con un grano de sal, incluso cuando vienen envueltas en un lenguaje de inclusión, justicia racial y preservación de la salud pública. Como dijo el cofundador de la American Eugenics Society (más tarde rebautizada como Society for the Study of Social Biology) Frederick Osborn en 1968, “es más probable que las metas eugenésicas se logren con un nombre que no sea eugenesia”.

                                                                  ***

Fuente (extracto)              

Traducido por:  El Ejército Remanente

RELACIONADO:  Ex-vicepresidente de Pfizer: La vacunación puede ser usada para la “despoblación a gran escala” 

Las mujeres embarazadas no deben recibir la vacuna contra el COVID-19


quarta-feira, 28 de abril de 2021

Coincidence Theory Again: 24 Post-Vaccine Deaths in the Philippines

 


David Montoute

April 28th

On April 23rd, the Philippines Department of Health reported the death 24 people following injection with COVID-19 shots. In a virtual briefing, local FDA Director Enrique Domingo said that most of the fatalities were "not related to vaccination."

Seeking to shore up popular confidence in the treatment, Department of Health Secretary Francisco Duque III made a public show of receiving the first dose of the COVID-19 vaccine that very same day, whilst viewers were reassured that Duque did not get any special treatment. Perhaps the assurance had in mind earlier publicity stunts such as the Lapu-Lapu mayor who received a saline solution whilst feigning receiving the actual shot.  During the official theatrics, Secretary Duque announced: 

“As I receive my dose of the Covid-19 vaccine today, I invite everyone to do the same and choose to be protected. Let us all take part in protecting public health, and let us be in unison in spreading one message: that vaccines are safe, and vaccines are effective.”

The country's National Adverse Events Following Immunization Committee (NAEFIC) has recorded some 370 severe adverse events from Covid vaccines (including serious allergic reactions requiring hospitalisation) alongside more than 24,000 "minor" adverse events. This comes amongst roughly one million Filipinos who have received a Covid vaccine.

Of the 24 recent vaccinee deaths, DOH data indicated that ten had received Sinovac vaccines, with the other fourteen receiving the AstraZeneca jab. At the virtual press conference last Friday, Director General Eric Domingo from the local Food and Drug Administration stated that eleven of the twenty-four had died from COVID-19, three others dying from "infectious disease", and another eight dying after suffering from cardiovascular or cerebrovascular illnesses. All of these are common comorbidities in the Phillipines. Yet, as in Western countries, such comorbidities were considered irrelevant when previously estimating "Covid-19" deaths. Now that an iatrogenic factor arises, context once again matters when it comes to assessing post-vaccination deaths. This contradiction has hardly gone unnoticed.

 As in many other countries, Philippines President Rodrigo Duterte has signed into law a bill giving indemnity to COVID-19 vaccine manufacturers for a product that is already demonstrating its ability to maim and kill recipients. Last year, after granting himself emergency powers to deal with the "pandemic", along with provisions to penalise the vaguely defined propagation of “false information”, Duterte went on to order the police and military to shoot dead quarantine violators. Fresh from the massaces of the President's ruthless "War on Drugs", the forces of law-and-order were not slow to obey the new directive.

Recently, near Manila, a 28-year old man died after being forced to do 300 squats for breaking coronavirus curfew. The man had gone out to buy water and was detained by village watchmen, turned over to police, and then suffered the fatal punishment. Other penalties have included forcing peopel to sit under the sun and locking five youths inside a dog cage for violating quarantine.

But stay-at-home orders are unviable for working-class Filipinos people relying on short term jobs for family income. In 2020, many continued to work in spite of government rules, and as a result, tens of thousands have been arrested and jailed, lumped together in cramped conditions that make a mockery of the "social-distancing" regulations. 

Duterte's policies, including his shoot-to-kill order for lockdown violators, have been barely discussed by ostensible human-rights enthusiasts in the Western press, those individuals who are usually so keen on "humanitarian interventions". The profound indifference to generalised suffering the world over gives us a deeper insight into the true mentality behind the global lockdown regime and the emerging global Biosecurity state. Clearly, it has nothing to do with health or wellbeing.

 
PHILIPPINE STAR/ MICHAEL VARCAS

 The standard rebuttal to suggestions of any relation between vaccines and subsequent deaths was also seen in March with the case of a Filipina nurse in her late-40s who died only days after receiving a dose of the Chinese Sinovac vaccine. But of course, "she did not die because of adverse reactions to the vaccine". Instead, "Covid-19" was the culprit. How precisely the authorities determined this is not clear, since the Phillipines Department of Health does not advocate swab testing for anyone who is up for Covid vaccination. 

The official denials may well be triggering a sense of deja vu amongst Filipinos. Last year, Health Secretary Duque III was amongst dozens of officials included in criminal complaints filed by the Public Attorney’s Office (PAO ) in connection with the deaths of 101 school children following innoculation by a notorious Dengvaxia (dengue fever) vaccine. Then, as now, bland denials of any relation between vaccination and subsequent mortality were regularly issued. An 11-year old boy's death only days after the jab was purely "coincidental". But after a rash of such deaths amongst its child recipients, Dengvaxia manufacturer Sanofi Pasteur determined that their product had exacerbated cases of dengue in children not previously infected, through the process known as antibody-dependent enhancement (ADE). The Philippines moved to halt the vaccine campaign and permanently banned Sanofi's Dengvaxia. By April 2019, the deaths of 600 children were under investigation in the Philippines in connection with the campaign. 

Duque admitted that the  Dengvaxia disaster had "tainted the credibility" of the department's immunisation program, leading to a drop in vaccine coverage. The country had previously reported high confidence in vaccines. But now in the era of "Covid-19", less than a third of Filipinos are willing to be vaccinated against the purpoted Sars CoV-2 virus, whilst Al Jazeera reports that Filipino followers of anti-vaccine Facebook groups increased by 190,000 in 2020.

Of the two-dozen recently announced Sinovac and AstraZeneca post-vaccine deaths, there remained two final cases whose causes could not be immediately brushed off as due to other factors. These are now under investigation.

Underlining once again that the majority of the deceased had comorbidities, FDA Director General Domingo  has deemed the deaths “coincidental and totally unrelated to the vaccine.” 

The DOH has further assured Filipinos that when taking these experimental shots, the benefits far outweigh the risks. 

                                                           ***

                             The corporate media's stunning diversity of thought:

 



segunda-feira, 26 de abril de 2021

Has the "Pandemic" Turned Your Government Totalitarian?


As lockdowns show the totalitarians face of governments around the world, RT launches own Covid-19 Freedom Index

RT,

15th March, 2021

 


Covid Freedom Index

Even as billions are set to acquire immunity to the virus in 2021 – either through vaccination or antibodies gained following a course of the illness – there has been little letup in crisis rhetoric, with those in power often advocating restrictive measures that go far beyond flattening any kind of curve. New regulations are set to be in place for years, if not permanently, unless there is significant accountability and pushback.  [Comment - neither a virus nor an exclusive set of symptoms has yet been demonstrated for so-called Covid-19 ]

Our new Covid-19 Freedom Index will track the world’s leading economies, and major territories within them, to see if they are restricting their citizens, either by limiting basic rights, such as freedom of movement, essential functions, like the ability to go to school or operate a business, or freedom from technological surveillance.

The index has its own limitations that we freely acknowledge. Any such ranking is subjective by its conception, whatever scientific veneer is given by formulas and tables. Nonetheless, to minimize bias, we have tried to break down our index into easily quantifiable and weighted criteria, and rigorously source each piece of information from official publications, where possible.

Secondly, this index does not attempt to measure the baseline and broader state of civil rights in different countries – merely how much they have been upended by Covid-19. A repressive country that has not implemented any additional restrictions due to the virus is still a repressive country.

Thirdly, while we are broadly alarmed by the authoritarian drift engendered by the pandemic, many of the disruptions can be understood only within the context of particular epidemiological situations. We are merely documenting these measures, not putting forward an argument about whether such steps are justified or not within a specific country.

                                                               ***

sexta-feira, 23 de abril de 2021

Notices of Liability for COVID-19 Vaccine Deaths

Notices of Liability for COVID-19 Vaccine Harms and Deaths Served on All Members of the European Parliament

 

                        Two of the doctors included in the “Doctors for COVID Ethics” group.

 

by Doctors for COVID Ethics

On April 20, 2021, ahead of the April 28 vote on EU vaccine passports (the ‘Digital Green Certificate’), notices of liability for vacccine harms and deaths were served on all Members of the European Parliament.

The full list of recipients can be viewed here.

NOTICE OF LIABILITY (“NOL”)

by Brian Shilhavy
Editor, Health Impact News

 

Source.

 


 

 

Related:  3,486 DEATHS in the U.S. Following COVID Injections in 4 Months

quarta-feira, 21 de abril de 2021

A Biological Assessment of Covid Vaccines


 

Dr. Francisco Molino Olmedo

January 13, 2021

Dr. Cum Laude in biology from the University of Granada, ex-Professor at the Autonomous University of Madrid, scientific collaborator for the EC, Basque Government, CSIC and National Heritage, participant in several international congresses such as the World Congress on Amber Inclusions and the International Congress of Enthomology.  Molino Olmedo has to his credit about 50 scientific publications in impact journals such as Cretaceus Research and his articles have been cited by organisations such as FAO and the Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), among others. 

Original version posted by ralazzadi@protonmail.com

 

Summarising, I conclude from the following that the RNA vaccine currently proposed by laboratories is not only unsafe but may actually interact with the different elements of the human genome, causing unpredictable reactions in the short, medium or long term.

SCIENTIFIC REASONING

1 Transformation model by incorporation of complex systems. 

Darwin's evolutionary theory, elaborated by its successor neo-Darwinism, cannot explain much of what is observable in the emergence of new taxa (species), in particular their rapid and almost sudden appearance, & the cyclicality of these appearances approximately every 27 million years (Labandeira, 1994; Molino Olmedo, 1999). Nor can it solve the fact that throughout history many taxa remain unchanged, while others in the same environment undergo great modifications, nor the fact that groups as separate as scorpions, onychophores, sharks and mammals developed placentas, nor that the wings of insects develop rapidly from the gills of crustaceans. In short, it cannot explain the appearance of taxa or physiological structures and mechanisms by way of random natural selection, which is too slow, nor by the mechanisms of classical genetics as argued for by neo-Darwinists. 

 To resolve and overcome the classically established Darwinian and neo-Darwinian theory, we elaborate on the transformation model (Sandín, 2010) that wonderfully explains the transformations of organisms by the incorporation of complex systems such as whole cells, viruses, DNA, RNA or proteins. There are two examples known and agreed upon by everyone. As explained in the endosymbiotic theory of Lynn Margulis (2012) the former wife of Carl Sagan

1) mitochondria and chloroplasts are symbiotic bacteria 2) ribosomes themselves may even be endosymbiotic viruses. As I will explain below, every day we see examples of organs, structures and functions that are produced and regulated by genes incorporated into our genome that have a viral or bacterial origin, thus supporting Sandín's model. Meanwhile, DNA modifications perfectly timed in molecular clocks, and far removed from the Darwinian and neo-Darwinian model due to their low randomness, are used to time the jumps that create new taxa and structures or functions (Mckenna & Farrell, 2009; Molino Olmedo et al. 2020). 

SUMMARY

The evolution of organs, organisms and physiological structures is due to the incorporation of viruses and bacteria into other genomes, whether that of humans or of any other species.


2 Are Viruses So Bad?

The view of viruses and bacteria held by doctors, pharmacists and many biologists, especially molecular biologists and parasitologists, is highly biased by the training they receive as well as by monetary and personal ego interests. This view makes viruses appear as
disease-causing entities that must be fought at all costs and by any means. Unfortunately, this vision is passed on to the general public through the media, conferences or works published in "impact" publications.

 The reality is quite different. It has been calculated that there are a nillion (a 1 followed by 30 zeros) of bacteria on Earth and between 5 and 25 times this number of viruses. As I have commented before and will return to later, viruses (and bacteria) are of the utmost importance in the evolution of life and organisms, but they also play an essential role in the ecology of the planet and in support of our health.

 In shallow marine waters, up to 10 billion viruses per liter have been counted. Their function is to control the foundation of the marine food chain. When the colonies of bacteria and algae grow to excess and preventing the the sun's rays from reaching the seabed, viruses destroy them until their lower density restores the passage of the sun's rays. By the way, the sulfurous products derived from this process contribute to the nucleation of the clouds, producing rain (Fuhrman, 1999). In soils their number is variable, in any case astronomical. In a study they have yielded mean figures of 5.3-10e8 m3 and they are also involved in the control of bacterial communities (Williamson et al. 2003). 

 With regard to our body, the number of complete viruses that perform essential functions for our body is of such a surprising scale. Billions (or rather trillions) of bacteriophage viruses coexist with the trillions of bacteria in our intestinal tract that are essential for our life. Bacteriophages or phages regulate populations of bacteria and exchange genetic information between them. That is, viruses control the bacteria that control our body (Barr et al. 2013). An enormous amount of bacteriophages in the body's mucous membranes prevent the penetration of external bacteria that do not belong. That is, they also protect our body.

SUMMARY

 Viruses are essential not only for the functioning of ecosystems but also for our own body and its processes of protection and balance. 

 

3 DNA-RNA-Protein Interactions

We are continually being bombarded with the idea that the mRNA in the vaccine will not alter the DNA of the host cell. This is radically false, as I will show.

 The different RNAs that can be found in a cell have as their function both the synthesis of proteins and the regulation of gene and protein expression.

 Proteins are essential for cell function and structure, and for defense and communication at both the intra and intercellular level and at the level of the organism. The cell switches the reading of protein-coding genes on or off according to its needs. This switching regulation  is due to so-called operons regulated by induction and suppession due to certain circumstances or elements (for example the presence of foreign proteins) in the extra or intracellular medium. Regulation can be carried out at the level of transcription of mRNA or at the level of mRNA translation in the ribosome. In this way, the molecules present in the intracellular environment can interact with specific regulatory proteins for each system of each operon or each group of operons and, in turn, the regulatory proteins will interact with an area of ​​the operon close to the promoter (the sequence of DNA located before the nucleotide sequence tthat is to be transcribed) 

The intermediary used by DNA to read genes and translate them into proteins is mRNA, like the one used in these vaccines. Retroviruses (RNA viruses, a group to which the Coronaviridae family belongs) are an exception because they present an enzyme called reverse transcriptase that allows transcription in the opposite direction, from RNA to DNA if necessary (Malajovich, 2020). Although reverse transcriptase is typical of retroviruses, in eukaryotic cells, there are enzymes with a reverse transcriptase function, as is the case with telomerase, which adds deoxyribonucleotides to telomeres. But this addition is directed by an RNA.

Contrary to what is stipulated by classical genetics with its model of one gene per protein, modern genetics and, even more so, epigenetics have shown that the same gene can encode several polypeptides or proteins according to the cell's needs, the actual reading of the gene or the latter's interactions with neighboring genes. 

Protein coding sequences in the human genome account for 1.5% of the total, with the remaining 98.5% being made up of so-called called junk DNA. This is because its function is not yet known, although the cell cannot actually afford to maintain so much functionless DNA due to the requirements of space, energy, survival and perpetuation. This is logical if we view a cell as a highly efficient company or industry (Bueno Campos, 2004).  

Proteins can recognise DNA and RNA through DNA binding domains (Harrison, 1991); amino acids so common in proteins such as Asn, Gln, Glu, Lys and Arg can establish hydrogen bonds between their side chains and the base pairs of DNA and / or RNA. Domains are a common evolutionary structural element in DNA to RNA transcription regulatory proteins. Mutations and polymorphisms (multiple forms of the same gene) can generate different readings of genes, with unknown consequences, and proteins can create, through the indicated domains, those polymorphisms, with DNA having the ability to take on not only the typical double helix structure, but three other spatial organisations (A, B and Z) with great plasticity and adaptability arising due to environmental factors (including foreign proteins inside the cell) and internal capacities. As with social organisations, DNA can be subjected to internal and external disturbances of different types that affect its relationships with RNA and consequently generate changes in the fulfillment of its purposes. These can put life itself at risk (Ostos Ortiz, 2009). 

 There are studies in which complementary RNA with mRNA that was introduced into a cell was used to deactivate a gene in such a way that the mixture of RNA and mRNA produced a hybrid RNA that abolished the normal expression of the gene, giving rise to so-called interference RNA (RNA-i). This presents a new dimension to RNA in the regulation of gene expression and as an experimental and therapeutic tool (Gómez, 2006). It demonstrates, contrary to what was commonly believed and asserted, that it is not only proteins that co-regulate DNA gene reading and expression, but also RNA that can interact to regulate these processes inside the cell. 

SUMMARY

A new type of RNA unknown until 1998 called interference RNA is a hybrid of mRNA with another type of RNA. This finding runs contrary to what was
commonly thought and expressed, and shows that it is not only proteins that regulate DNA gene reading & expression, but that RNA itself can also interact with DNA regulation inside the cell. 

Thus, RNA-i shows how wrong the central dogma of molecular biology is. According to this dogma, the information encoded in our genes is transcribed into an mRNA chain that is translated into the corresponding final protein, and, in this way, if expression of a gene is inhibited, the production of the final protein is also blocked. In the case of interference RNA, gene inhibition takes place through the selective degradation of messenger RNA which, as a consequence, cannot be translated into the corresponding protein (Somoza, 2010).

In other words, the RNA of the vaccine can be degraded and hybridised with RNA of the cell and transformed into RNA-i which, as we have seen, can affect the reading of DNA with unpredictable consequences.

 On the other hand, non-coding RNAs are emerging as communication factors in physiological and pathological states and have been reported to act as miRNA sponges, interacting with miRNA and modulating availability to mRNA. It is important to note that synRNAs may have a cell-type specific pattern of expression, and it has been proposed that siRNA-miRNA interactions, analogous to receptor-ligand interactions, are responsible for specific cell-type results. The specific binding of miRNAs to RNAsinc can lead to specific cell-type signaling cascades and modulate the biochemical feedback loops that ultimately determine cell identity and response to stress factors (Ramón y Cajal & Hümmer, 2018).

RNA from junk DNA 

In recent years, researchers have highlighted the importance of genomic variants that alter the processing or maturation of pre-mRNA, causing various diseases. It is estimated that approximately 15% of disease-causing mutations affect the pre-mRNA maturation process (González Paredes, 2011). 

We take into account that the vaccines used are based on coronavirus mRNA and on molecular biology's orthodox dogma, according to which the information encoded in our genes is transcribed into an mRNA chain that is translated into the corresponding final protein. But this has been overturned by the discovery of RNA-i, and the complex and not fully understood interactions of DNA, RNAs and proteins. It is overturned by the fresh discoveries that are continuously being made, and not only those dealing with molecular biology's orthodox DNA-protein dogma, but those of functional plasticity and three-dimensional DNA based on the complex DNA-RNA-protein interactions and the exogenous and endogenous compounds in the cell. With all this, I consider that these vaccines are not safe and do not allow a 100% safe assertion that there will be no interaction between the newly-introduced mRNA  and the proteins made by ribosomes from the genetic material of human host cells.

4 Epigenetics

Genetic dogma, like the
evolutionary dogma of the pigeon-breeding Darwin, cannot explain cell development or the phenotype by looking at genes in the classical sense (the understanding that still serves as a basis for mRNA vaccines). Genetics cannot explain how, from one cell, cells of different types can be differentiated when they all carry the same genetic material. It cannot explain how characteristics acquired by the parents after the formation of gametes (especially in the case of ovules in mammals) can be transmitted to the succeeding generations, nor how twins from the same zygote can be different when they carry the same genetic profile.

The answer lies in the fact that cellular behavior can be modified without the need to alter DNA. These modifications of physiology and cellular structure without changes in the genetic material are studied by the relatively recent discipline of epigenetics. Mendelian genetics cannot explain all the observations of phenotypic expression and inheritance of traits acquired after parental gametogenesis These traits  do not follow the rules of basic genetics,  afact which led to the belief that not all information is collected in the genes. The main epigenetic mechanisms are DNA methylation, the modification of histone proteins and other proteins responsible for regulating the reading and transcription of DNA to mRNA and non-coding RNAs such as RNAi (Delgado Coello, 2011) which is produced, as we said earlier, by hybridisation of RNAs with mRNA. There is evidence that there are DNA-RNA interactions that can give rise to epigenetic modifications that produce modifications in the phenotype but not in the genotype, and that these variations can be transmitted via mitosis and meiosis (Delgado Collo, 2011). These can produce diseases and hereditary modifications which are Lamarkian in character, but not Darwinian or Neo-Darwinian. This, on the one hand,
supports the Lamark-Sandín transformation model without the need for Darwin and his pigeons, and on the other, shows that DNA-RNA interactions may exist that produce phenotypic modifications without the need to alter the genome.

Consequently, assertions in the media by pharmaceutical, sanitary and governmental sources that the RNA of the vaccine does not alter our genetic code does not imply that unknown phenotypic alterations cannot not occur, especially considering that the interactions
of RNAs and proteins with DNA are not yet fully understood.

5 Retroviruses and their implications in the evolution, creation of biological structures and physiological activities of cells and organisms.
 

10% of the human genome is considered  to be formed of endogenous retroviruses, that is, viruses that have been inserting their gene sequences into our genome across evolutionary history. But if we take into account the sequences derived from viruses (mobile elements such as transposons and retrotrasposons, long and short repeated elements, introns ...) we find that the vast majority of our genome is made up of viruses and their derivatives that control the expression of the protein-coding genes. We find that what was considered the genome, that is, the protein-coding genes, which constitute 1.5% of the entire genome, is made up of viruses and their derivatives (Britten, 2004).

Endogenous viruses have long been known to express themselves as a constituent part of the genomes. That is, they are the genome. This fact is of great importance because endogenous retroviruses, or parts of them, are expressed in processes as important as the production of fundamental enzymes (Dunn et al., 2003) or the formation of the placenta during pregnancy (Dunlap et al., 2006 ).

A multitude of endogenous retroviruses are expressed (participate in development) in embryonic tissues. As can be seen, they are expressed in the placenta, adrenal cortex, kidneys, tongue, heart, liver, and central nervous system as well as in the rest of the tissues, and in normal adult individuals endogenous retroviruses are expressed in all tissues, confirming that they are permanent components of the human transcriptome. (Andersson et al., 2002; Seifarth et al., 2005M; Saito et al., 2008).

An important function, inherent to human beings, is the storage of memory in the brain. In my time as a graduate student, my
physiology professor Dr. Manuel de la Higuera had already pointed out that memory was possibly stored in the form of RNAs or proteins. Well, very recently, in 2017 it was found that memories are stored and preserved by means of a mysterious protein called Staufen homolog 2 (Stau2) linked to an RNA, and it is precisely an mRNA that is responsible for going to specific sites in the brain to program the specific proteins that store that information. It is the afoementioned protein that directs the mRNA to the synapses (Berger et al. 2017). In 2018, Arc, the gene responsible, was discovered and it turned out to be a gene from a retrovirus integrated into our genome and, this gene was furthermore capable of self-assembling into virus-like capsids that produce mRNA mediating transfer to other neurons in a new signaling and communication pathway between neurons, similar to the process by which viruses infect cells (Pastuzyn et al. 2018).

We see that not only do retroviruses play a very important role in the development and functions of the organisms, but the precise functioning of endogenous retroviruses and the role of the mRNA produced by them is unknown. This has been verified with the studies on the storage and transmission of memory, and is one more reason to distrust vaccines made from mRNA.

HISTORICAL AND MEDICAL SAFETY REASONS

Although in the official history of science things are "prettied up", the hidden reality is something quite
different. This is specially the case for the general public but also for those not initiated into the history of science. Few know, for example, that the father of genetics, Gregor Mendel, falsified the data from his studies on peas to fit his laws or that Nobel laureates Watson and Crick were not the true discoverers of the double-helix structure of DNA. The latter was an achievement of the scientist Rosalind Franklin, and Watson and Crick were accused of stealing her findings.

When you look at the history of vaccines, you will only see the achievement of Pasteur with his rabies
vaccine administered to the 9-year-old boy Joseph Meister in 1885, seeing that it was a success and that the vaccines were previously tested with animals such as chickens. But the reality is different and the tests were also carried out on people, causing deaths that were hidden (and are still hidden) for obvious reasons.

Classical vaccines with attenuated viruses or microorganisms have failed to successfully provide effective vaccines against most pathogens. Thus, reverse vaccines based on the genome sequences of the virus, bacterium or parasite have arisen. The use of bioinformatics tools allows us to identify the most likely antigens to be vaccine candidates. Although it has been said that reverse vaccinology has been successful for the first time against Neisseria meningitidis serogroup B, paving the way for its application against other human pathogens such as the human immunodeficiency virus (HIV) amongst others (Ferreira and Porco, 2008) it is scandalous that this supposed success is conspicuous by its absence.

Hungarian biochemist Katalin Kariko, Vice President of BioNTech RNA Pharmaceuticals recently created vaccines using the mRNA of pathogens. Ignoring the underlying economic interests of that company of which she is vice-president, this is the type of vaccine that is going into use.

According to the media and official  communiqués, these vaccines are safe. But the pharmaceutical and medical industry make mistakes that are frequently hidden for a variety of reasons. A well-known example, among many other hidden ones, is that of Thalidomide which caused serious teratogenic problems in children whose mothers took it during pregnancy. The pharmaceutical company that discovered and marketed it did not apologise or acknowledge the adverse effects until 2012, 50 years after the drug's teratogenic effects were discovered (Papaseit et al., 2012). In recent years it has been recognised that adverse drug reactions (ADRs) cause significant morbidity. The importance of this has been established in different works. In 1994 it was estimated that ADRs made up 4.7% of hospital admissions and were among the top six causes of death in the US (Lazarou et al., 1998). As much as pharmaceutical companies attempt to identify adverse effects before marketing the drugs, the studies are carried out in a limited number of selected subjects - a sample - without comorbidities, at controlled doses and conditions. This leaves the full spectrum of adverse effects unknown (Valencia et al., 2004). A large number of drugs, for example, have serious haematological effects, such as different types of anaemia, red blood cell aplasias, immune problems, etc. (Mintzer et al., 2009). A large number of drugs, some in common use, initiate very diverse types of diseases,  whether haematological, hepatic, dermal, gastric, respiratory in nature. These reactions are estimated to be very common in the practice of medicine and are believed to affect some 7- 8% of patients admitted to hospital, of which around 10% are fatal (Elservier Connet, 2018).

 As far as we are concerned, viruses, in this 21st century, vaccines and antivirals will be the star products of the pharmaceutical industry. But let's see some history. One of the first antiretrovirals (remember that retroviruses are the group to which Coronaviridae belongs and that, as we have seen, they are essential for the functioning of organisms) was Tamiflu, a drug that inhibits neuramidase, one of the surface antigens.This enzyme is related to the formation of myelin, so the inhibition stops myelination and consequently, causes serious neurological disorders, as happened to children and adults who received treatment against influenza A based on that inhibitor (EFE Agency, 2009).

 I
n view of this, it is natural that the safety of this novel vaccine technique inspires little credibility for me. It is not yet well-studied nor well-tested, no matter how much officialdom claims to the contrary.

In consideration of the side effects of diverse drugs, vaccines and antiretrovirals that were supposedly safe, the safety of this vaccine has low credibility. 

 
ETHICAL REASONING

 Although the basic national health law of 1944 and the constitutional law 3/1986 for special public health
measures cover a possible mandatory coronavirus vaccination, some lawyers call for the introduction of new instruments to make compliance more effective. The provisions approved in the last century in Spain for diphtheria and smallpox, including the possibility of declaring the vaccine mandatory, facilitates a legal path so that vaccination could be compelled in this case. Although the measure is in accordance with the law It is not so popular in the medical community due to the "counterproductive" effect that it could have. And although the 2002 law on patient autonomy indicates that the affected person can accept or reject some therapies, this right to decide has some exceptions, principally that of the risk to public health. This risk is developed in the constitutional law of 3/1986, which in article 2, extends authorities the power to take any necessary measure to preserve public health.

For the jurist, the issue of compulsory vaccination comes down to the collision of two rights: the right to health preservation, which prevails in the case of a pandemic such as covid-19, and the right to intimacy and privacy (Malvesi, 2020).

 An ethical issue that is not discussed, or that is little discussed, is the use of human fetal cells in the manufacture of vaccines. The culture of human viruses in embryos of other animals makes it possible to express a multitude of endogenous viruses, which leads to hybridisation with their corresponding viruses, in turn leading to the production of ineffective vaccines with characteristics different from the original ones. The use of human embryos for the manufacture of vaccines has been recognised by the website of the International Federation of Pharmaceutical and Manufaturers & Associations (http://www.ifpma.org/influenza/index.aspx?47), although, for
obvious reasons, the page in question was removed from the web. The use of chicken embryos to grow yellow fever virus for the purpose of making vaccines shows evidence of two types of retroviral particles, endogenous avian retrovirus (EAV) and endogenous avian leukosis virus (ALV-E) that contaminate yellow fever vaccines (Hussain et al., 2003).

In summary, we can conclude from the foregoing that the
RNA vaccines currently proposed by laboratories are not only unsafe but may actually interact with the different elements of the vaccine recipient's genome, causing unpredictable reactions in the short, medium or long term. 

                                                             ***

References


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Translation: David Montoute

 Leer en castellano:

https://te.legra.ph/DICTAMEN-DESDE-EL-PUNTO-DE-VISTA-BIOL%C3%93GICO-ACERCA-DE-LA-VACUNA-CONTRA-EL-COVID-01-13